(primer amor)
Ayer me ofreciste una flor
recogida en un beso,
y yo te regalé todo mi amor
envuelto en mi cuerpo.
Tú me devolviste el presente,
cubriéndome de besos,
recorriendo con tus labios
cada centímetro de mi piel
cada milímetro de mis senos.
Y yo te correspondí
fundiéndome en tus adentros,
embriagada en la calidez de tus labios
derritiéndome como el hielo.
Y sembramos de flores los prados
y el firmamento de estrellas
recogiendo su luz y su aroma
y el firmamento de estrellas
recogiendo su luz y su aroma
como los más hermosos regalos,
con que nos deleita la tierra.
Y se fueron abriendo los cielos,
y apagándo los infiernos,
disipándose los miedos,
consumando los anhelos...
¡Y fuimos por unos instantes
el centro del universo!
.
Y no eras tú, ni era yo...
era toda la pureza del deseo y la pasión.
Y ni éramos dos, ni éramos uno...
solo estaba nuestro amor... al desnudo.