poema de amor: soñando

Mis deseos

Empezar a escribir es como enfrentarse a un lienzo en blanco donde, poco a poco, las palabras van tomando el color del que lo va leyendo guiado por la mano del que lo va narrando. Mi color favorito es la pasión del rojo pasando por el amor del rosa, bajando al suelo con la esperanza del verde y subiendo al cielo con el azul de los sueños y entre ellos enlazaré todas las tonalidades tejiendo palabras: soñadas, sufridas, deseadas, criticas, apasionadas, sentidas, amadas... a veces imaginadas a veces vividas, pero siempre, siempre ... ¡con amor tejidas!


jueves, 27 de agosto de 2015

Poema de amor: Al desnudo ( primer amor)






(primer amor)


Ayer me ofreciste una flor
recogida en un beso,
y yo te regalé todo mi amor
envuelto en mi cuerpo.

Tú me devolviste el presente,
cubriéndome de besos,
recorriendo con tus labios
cada centímetro de mi piel
cada milímetro de mis senos.

Y yo te correspondí
fundiéndome en tus adentros,
embriagada en la calidez de tus labios
derritiéndome como el hielo.

Y sembramos de flores los prados
y el firmamento de estrellas
 recogiendo su luz y su aroma
como los más hermosos regalos,
con que nos deleita la tierra.

Y se fueron abriendo los cielos,
y apagándo los infiernos,
disipándose los miedos,
consumando los anhelos...
¡Y fuimos por unos instantes
el centro del universo!
.
Y no eras tú, ni era yo...
era toda la pureza del deseo y la pasión.

Y ni éramos dos,  ni éramos uno...
solo estaba nuestro amor... al desnudo.


jueves, 6 de agosto de 2015

Poema: Yo








Si en algún rincón de la tierra
desconsoladamente, alguien llorase,

Yo, en su llanto lo acompañaría,
Yo, me pondría en su lugar,
y aunque ciega me quedase,
mis ojos le prestaría
para que mirando por ellos
el consuelo encontrase
y jamás en su vida
otra lagrima derramase.

Si alguien en el mundo gritara
con todo el dolor de su alma
y en su corazón, la desesperación,

Yo, abrazaría su alma y su corazón,
Yo, me pondría en su lugar,
y aunque vida me quitase,
le prestaría mi corazón
y el dolor de su alma
en mi alma quedase.

Del universo entero
el sufrimiento mío lo haría,
y regalaría a todos, de mi vida, la alegría.

Un día alguien preguntaría:

¿Quién soy Yo?
¿De dónde Yo venía?
 

Y Yo, le respondería:
 

¿Qué Yo se pondría en mi lugar?
¿Qué Yo me consolaría?
Su vida... ¿Qué Yo me la daría?
¿De dónde vendría mi Yo?
¿Qué Yo, mi Yo sería?