El sol envuelve mi cuerpo
con dorados reflejos en mi piel,
que el cielo me devuelve cada día
perfumado en el aroma de las flores
y en el dulce color de la miel.
Son besos de enamorado
al que dejo seducir...
me transforma, me conforta,
hace levitar mi ser.
Y es sentirle y elevarme
y volar por los espacios...
donde solo la imaginación
tiene derecho de tránsito.
Y es sentirme y abandonarme
en el calor de sus brazos...
descubriendo día a día
el dulce placer de la vida
en el suave y amoroso
abrazo de sus rayos.
Y es sentirle e imaginarme
en su universo dorado,
acariciándome dulcemente
voy fundiéndome grado a grado...
Y es sentirle y estar soñando...
Y volar... y seguir volando.
Y es sentirme y abandonarme...
Y soñar... y seguir soñando.