Encrucijada
Van consumiendo mis entrañas,
dos
encendidos fuegos:
uno es rescoldo,
el otro llama,;
uno me acaricia,
el otro me abrasa.
Y paso la vida en una encrucijada:
uno es rescoldo,
el otro llama,;
uno me acaricia,
el otro me abrasa.
Y paso la vida en una encrucijada:
anhelando
que la llama sea rescoldo,
y que el rescoldo prenda en llamas.
Dos vientos azotan mi vida:
uno crea tormentas
el otro las calmas.
Con uno navego inquieta,
siempre con rumbo incierto.
Con el otro voy segura,
siempre me lleva a puerto.
Me paso la vida queriendo:
que las tormentas sean calmas,
y que las calmas, las agiten los vientos.
¡Ay!, quién pudiera,
y que el rescoldo prenda en llamas.
Dos vientos azotan mi vida:
uno crea tormentas
el otro las calmas.
Con uno navego inquieta,
siempre con rumbo incierto.
Con el otro voy segura,
siempre me lleva a puerto.
Me paso la vida queriendo:
que las tormentas sean calmas,
y que las calmas, las agiten los vientos.
¡Ay!, quién pudiera,
fundir
en un mismo sueño:
la
certeza del amor,
el
deseo de lo incierto,
la
aventura de la pasión,
la belleza de un “te quiero”.